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<h1 style="font-family: Courier;">En un parpadeo</h1>
[[Comenzar|comienzo]]
[[Acerca de]]
[[Créditos]]
csaodsadj kasd ashdans daj sdh asdhn
<img src="imgs/ingenio_bv.jpg" alt="Foto de protestas contra el cierre del Ingenio Bella Vista">
vemos dos opciones: [[esta]] y [[aquella]].<<audio maintheme fadeout>>
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<img src="imgs/protesta_ing.jpg" alt="Manifestaciones por cierre de ingenios tucumanos">
[[vamos]]
<img src="imgs/RN157.png" alt="Captura de Google Street de un tramo de la Ruta Nacional 157 en esta ruta siempre pasan accidentes horribles yo recuerdo que cuando era chica mi abuela no quería que me acerque a la ruta porque siempre pasaba algo deo y la mayoria de las veces no era tanto por los accidentes sino por que cerca de la ruta siempre siempre asoma gente mala que hace mucho daño yo no se si es cierto pero no me van a negar que es muy peligroso y por las noches se escucha como un zumbido como si el viento no quisiera que me acerque" width="100%">
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disajdiasdijasdTal vez no todo el mundo lo vea, pero en estas tierras ocurren todo tipo de sucesos extraños e inexplicables. Aunque seguramente ustedes [[ya saben de qué hablo|tucuman]].
O [[tal vez no|historias]].Mientras más nos alejamos de las luces de las ciudades, la presencia de fenómenos sobrenaturales se hace sentir con más fuerza. En Tucumán, existen [[pueblos y parajes|parajes]] que parecen habitados más por seres espectrales que por gente viva.Sobran las historias contadas por gente mayor acerca de espantos, apariciones, perros demoníacos, pájaros llorando por las noches, brujas, fantasmas y demás terrores pesadillescos.
Pero hay historias peores. Ustedes seguramente las conocen mucho más que yo.
[[¿Verdad?|peores]]Hay, por ejemplo, un [[cruce]] de rutas en el sur de la provincia, en el departamento de Leales, donde durante varias décadas [[aparecía un fantasma|fantasma]] por las noches.
Bueno, no es que se aparecía de golpe.<<audio static stop>>
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El fantasma “vivía” allí desde quién sabe cuándo. Siempre al lado de una bicicleta destartalada, o bien con una botella de vino en mano, esperando agazapado en la banquina a que apareciera [[su próxima víctima|maldad]].<<audio maintheme stop>>
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<p style="text-align: center;color: black;font-family: Courier;font-weight:bold;font-size:30px;">No les puedo decir dónde queda ese cruce.</p>
<p style="background-color:red;text-align: left;color: black;font-family: Courier;font-weight:bold;font-size:30px;">Si lo buscan por las rutas del sur, seguro que lo van a encontrar. A ese cruce o a otros tantos similares.</p>
<p style="background-color:gray;text-align: center;color: black;font-family: Courier;font-weight:bold;font-size:30px;">Y si no lo encuentran, mejor.</p>
<p style="background-color:white;text-align: center;color: black;font-family: Courier;font-weight:bold;font-size:30px;">Hay cosas que es mejor [[dejarlas tranquilas|fantasma]].</p>No todos los fantasmas son malvados, pero éste era particularmente peligroso y, además, un verdadero hinchapelotas. Tenía la mala costumbre de espantar a los conductores que pasaban por la autopista a gran velocidad. Con sus poderes de espíritu de ultratumba invocaba una luz potente que encandilaba a los pasajeros, y después se quedaba parado en medio del asfalto con la bicicleta al lado. Entonces el conductor, al verlo, no tenía más remedio que pegar un volantazo, o bien atropellar al espectro. Y así el fantasma llevaba una seguidilla de víctimas a las que, si no mataba de miedo, terminaba matando en un horrible accidente.
La gente de la zona estaba aterrorizada del fantasma, pero eso no les impedía [[chusmear y conjeturar acerca de su origen|teorias]]. Algunos lo hallaban parecido a un chacarero que había vivido hace mucho tiempo en la villa, un viejo despreciable que había muerto de cirrosis. Para otros, era el fantasma de un policía vial. Incluso había quienes le tenían tanto miedo que veían en el fantasma el reflejo de sus abuelos muertos.
[[Ninguna de estas teorías le importaba al fantasma.|hacer daño]]
¿Y por qué habría de importarle?
Si él ni siquiera recordaba quién había sido en esta tierra. Lo único que le interesaba era hacer daño con sus tretas cochinas, como para no morirse de nuevo del aburrimiento.
Y entonces, una [[madrugada]]...Una madrugada, pasó por la autopista un changarín en su motito.
El pobre desdichado venía tan apurado, que casi ni se dio cuenta de la presencia del viejo en la ruta. Logró tirarse hasta la banquina, donde [[cayó|accidente]] entre un remolino de cachas, llantas y otros restos de su moto destrozada.
Una bandada de golondrinas salió volando de un cañaveral cercano, asustada por las risotadas del fantasma entretenido. Pero sus risas se cortaron en seco cuando escuchó un débil gemido proveniente de la banquina. No podía creerlo: de alguna forma [[el muchacho se incorporaba|levantate]] entre los hierros mientras hacía el intento de limpiarse la ropa rota.— ¿No me tenés miedo? Deberías estar llorando de miedo al menos.
— Argh, qué dolor…no sea así maestro, ayúdeme a levantarme.
El fantasma, desconcertado, simplemente atinó a observar mientras el chico se ponía a recoger los pedazos de la moto. Incrédulo, el fantasma [[lo increpó nuevamente...|no tenes miedo]]
— ¿Cómo es posible que no estés asustado? ¿No ves que tenés parado un fantasma delante?
— Bah, ¿que no le han enseñao a usté que no hay que tenerle miedo a esas cosas? A los vivos hay que tenerle miedo.
Furioso ante el desinterés del muchacho, el espectro procedió a hacer gala de sus trucos más perversos y tenebrosos. Pero el changarín parecía no prestarle mucha atención. Al cabo de un rato, se volvió hacia el fantasma y [[le dijo...|me quiero ir]]— ¿Que me puede ayudar con la moto? De favor se lo pido. Voy a llegar tarde a la obra y no me puedo perder el jornal.
— No. No te podés ir.
— Pero ¿por qué?
— Porque nadie se va de acá cuando yo los espanto. Tenés que quedarte.
— Por favor, no le digo que ya voy tarde…y aparte, [[no me asustó ni un poquito|trato]].
Los nervios y una humillación que no sentía hace eones hicieron que el fantasma se desesperara, hasta que tartamudeó una respuesta:
— B-Bien, mocoso. Voy a…dejar que te vayas. Pero solamente si conseguís asustarme…y te advierto desde ya que no lo vas a conseguir tan fácilmen–
— [[Bueno.|el abismo]]/*desglosar esta parte*/
Sin dejar que el fantasma terminara de hablar, el chico le tomó el brazo con firmeza. El fantasma no tenía sangre, pero si la hubiera tenido podría haber sentido cómo se congelaba dentro de sus antiguas venas. El muchacho lo miró fijo a los ojos y sin mediar palabra [[abrió la boca.|boca]]
<img src="imgs/blink.gif">
...y todos esos horrores de la boca del chico se le metieron en la suya.
Parpadeó [[de nuevo...|dos veces]]...y el fantasma supo que la pesadilla no iba a abandonarlo nunca más. Profirió un alarido mudo, y desapareció en medio del asfalto.
[[............|solo]]El muchacho simplemente se encogió de hombros, pero chasqueó la lengua al ver que en definitiva no iba a poder irse. Por más que lo intentaba, no podía abandonar el cruce. Quizás porque el fantasma había huido despavorido antes de dejarlo marcharse. Quizás porque ahora también era él un nuevo habitante del terreno de los muertos.
[[...|final]]<p>Recogió la bicicleta del viejo espectro y se sentó a esperar en la banquina, masticando su nueva realidad con amargura. Y allí, hasta hoy, es donde los viajantes pueden avistarlo a veces, cuando se deja ver. Una triste figura envuelta en uniforme de grafa destrozado, el reemplazo de aquel fantasma tramposo que nunca más volvió a aparecerse por el lugar.</p>
[[........|ruta]]
<h2>Créditos</h2>
<p>Historia y programación por <strong>Carolina Zapata</strong>
Inspirado en un relato oral de <strong>Maximiliano Gramajo</strong>
Música por <strong>Kevin MacLeod</strong> (<a href="https://incompetech.com">incompetech.com</a>)</p>
[[Volver al inicio|home]]<h2>Acerca de este proyecto</h2>
<p>Este es un relato creado para la asignatura de <em>Literatura Infantil y Juvenil</em>, del Profesorado de Artes Visuales. Escuela de Bellas Artes Atilio Terragni. Año 2024.</p>
[[Volver al inicio|home]]<<audio maintheme stop>>
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<p style="font-family: Courier;color:#AB8C8C; font-size:40px;line-height: 80%;">cañaverales desolados otra vez la banquina inundada y de nuevo asesinatos no dejaron ni un rastro del cuerpo qué es esto por dios si era su propio tío los encerraron no veían nada habrán sabido que estaban en una escuelita mejor tápenlos que no se vean <span style="color:#B05D5D; font-size:50px;line-height: 60%">porque si no están entonces no murieron y a ella por qué y a ella también si era tan chiquita pero seguro la madre tiene la culpa quién la manda a juntarse con cualquier macho andá a saber si no la vendía no te parece que hay demasiada gente durmiendo </span> <span style="color:#A10C01; font-size:80px;">en la calle bah por algo están ahí cuando mi viejo se quedaba sin laburo se iba para buenosaires y volvía con plata así se hacía antes la gente trabajaba y mi mamá no </span><span style="color:#400606; font-size:100px;">se quejaba ni ah decía era bien obediente yo creo que antes se podía andar <span style="font-wight:bold;">sin miedo si te portabas mal te guardaban un rato y bien enderezado salías terrible esta provincia no se puede [[vivir|fantasma]]</span></span></p><img src="imgs/night-drive.gif">
......
[[Volver al inicio|home]]<img src="imgs/boca.gif">
[["Aaaahhhh..........."|dentro]]<p style="background-color:red;color:black;font-family: Courier;">Y dentro de ella, entre muelas cariadas y restos de coca, el fantasma vio el abismo. Lo hipnotizó una negrura infinita que incitaba un llanto milenario. Lo cegó el sol tucumano, quemando la espalda torturada de los obreros. Sus oídos chirriaron con el zumbido de un cintazo, y los gimoteos de muchos hermanitos amontonados en un rancho. Y la mirada encendida del patrón, el señor de los cañaverales, se metió en su pecho y se clavó allí como un puñal venenoso.</p>
Parpadeó [[una vez...|una vez]]